22.2.21

Recordando a nuestra amiga la densidad...

 Aproximadamente 250 años A.C., a Arquímedes, matemático griego, le dieron como tarea determinar si un artesano le robaba al rey de Siracusa al construir una corona que debía ser completamente de oro. El rey sospechaba que el artesano podía haber modificado la corona, sustituyendo parte del oro por otro metal más barato, pero el monarca no quería que en el proceso de verificación se dañase la corona.
Arquímedes ,reflexionando sobre el problema mientras se relajaba en una piscina, se dio cuenta  de que el agua se desparramaba a los lados de la piscina a medida que él se sumergía más en ella. En este momento tuvo una revelación. Se dio cuenta que la cantidad de agua que se desparramaba era igual en volumen al espacio que ocupaba su cuerpo.
Este hecho sirvió para probar mediante un experimento si la corona del artesano era de oro puro o de oro y plata. La medida de plata (la masa) ocupa más espacio que su equivalente en oro. Así pues, el científico preparó dos tubos y los llenó de agua,. Puso la corona del artesano en uno de ellos y otra corona equivalente en el otro, de oro puro. Demostrando que la primera no era de oro puro por cuanto desparramaba más agua. Resulta que el artesano sí había estado defraudando al Rey.
Según la leyenda Arquímedes estaba tan entusiasmado con su descubrimiento que corrió desnudo, por las calles de Grecia, gritando Eureka! Eureka! (palabra griega que significa 'Lo encontré'). Esto daría paso al famoso Principio de Arquímedes.

 

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